
El oxígeno, aunque a muchos pueda parecerles increíble, es altamente tóxico. La propia reactividad del oxígeno hace que se liberen grandes cantidades de energía y el cuerpo sintetiza una serie de antioxidantes para proteger a la célula de las especies reactivas de oxígeno (ROS).
Algunas bacterias tienen una enzima que se llama catalasa, la cual rompe el peróxido de hidrógeno en agua y oxígeno. En el momento de identificar ciertas bacterias, si se arroja una gota de agua oxigenada (H2O2) en un portaobjetos que contenga la bacteria a identificar y se aprecian burbujas, quiere decir que contiene la enzima catalasa y esa bacteria es catalasa positiva como lo es Staphylococcus aureus.
Las bacterias anaerobias no pueden sintetizar esa enzima (son catalasa negativas) y mueren en presencia de O2. La sangre, en presencia de eritrocitos contiene catalasa y aumenta la velocidad de dismutación del H2O2, desprendiendo el O2 que mata a dichas bacterias. El administrar agua oxigenada en las heridas cumpliría con el mismo propósito (con sus matices) y las bacterias en ausencia de la catalasa, morirán ante la liberación de oxígeno.
2 H2O2 (ac) → 2 H2O2(l) + O2(g)
Bibliografía:
- CHANG, RAYMOND. Química (9ª Ed.) McGraw-Hill
- PRESCOTT, L.M,; HARLEY, J. P.; KLEIN, D. A. (2004) Microbiología (5º Ed.) McGraw-Hill
- MADIGAN, M.; MARTINKO, J.; PARKER, J. (2003) Brock Biología de los Microorganismos (10º Ed.) Pearson Education
- DIAZ, G. (2005) Manual Práctico de Microbiología (3º Ed.) Masson